La gratitud tiene
rostro
La gratitud
es aquella actitud que nace del corazón en aprecio a lo que alguien ha hecho por nosotros.
Hace unos siglos el apóstol Pablo escribió una carta a
sus amigos de Filipos (Filipenses). En
sus palabras iniciales incluye una oración de acción de gracias (Filipenses
1:3-11). Comienza dando gracias a Dios,
porque Él es la fuente de sus bendiciones.
Luego da gracias a Dios por la comunidad de fe que había marcado su
corazón. El tiempo había pasado desde la
primera vez que Pablo visitó esta “pequeña Roma en medio de la cultura griega”,
pero todavía él les recordaba con gratitud. Hechos 16 relata la llegada del evangelio a
esta ciudad y su impacto sobre varias personas y sus respectivas familias. Al pasar los años la relación apóstol-iglesia
creció hasta ser una estrecha, personal y de compañerismo.
Ahora desde la soledad de la cárcel, el apóstol les
escribe para comunicarles su gratitud
por la bendición que han sido para él “desde el primer día.” (Fil. 1:5). Al leer la expresión “Cada
vez que me acuerdo de ustedes doy gracias a mi Dios…” (Fil. 1:3, Dios Habla Hoy) quiero sugerir que el
escritor nos está diciendo: ¡La gratitud
tiene rostro! Pablo recuerda rostros, nombres y personas. Según el relato bíblico esos rostros pudieran incluir a:
·
Lidia, una comerciante de telas finas de
púrpura (Hechos 16:14).
·
Una joven esclava, de quien no tenemos
su nombre, que era utilizada por sus amos para ganancia personal (Hechos16:19).
· El carcelero de Filipos, de quien tampoco tenemos su nombre, pero sabemos que tenía familia (Hechos 16:32-33).
Todos ellos y ellas habían impactado la vida de Pablo de manera que
siempre que él hablaba con Dios (oraba) los recordaba con gratitud.
Te pregunto: ¿Das gracias a Dios cuando vienen a tu memoria rostros de personas que tocan tu
corazón porque te han beneficiado en el camino?
Pueden ser rostros de
familiares y amigos; personas que han
estado a tu lado en momentos de necesidad, enfermedad o muerte. Algunos quizá ya sean ancianos o hayan
fallecido, pero su recuerdo te trae gozo y gratitud. Hoy puede ser un buen tiempo para hacer una
lista de las personas que han hecho algo por ti, pero nunca se lo has
expresado, o tal vez hace algún tiempo que no se lo expresas. Hoy es un buen día para llamarles por
teléfono, escribirles una carta o una tarjeta, o tal vez enviarle un
regalo. Tu gratitud servirá de aliento y ánimo para estas personas que
desinteresadamente han influenciado tu desarrollo personal, familiar,
académico, económico, profesional, social o espiritual. No olvides que: ¡La gratitud tiene rostro!