Salmo 23 – Jíbaro (Puerto Rico)
Como el Señor es
mi pastor, a mi “na” me faltará,
El me llevará por
los valles de mangoles y de malojillo,
Y confortará mi
alma sin “empetarme” una espina.
Me escuchará
suavecito con su vara de pastor,
A la orilla de la
charca donde canta el ruiseñor.
Y allí entre las
pomarrosas y la sombra del yagrumo,
El me acurrucará
en sus brazos,
Como ese pastor,
ninguno.
Si en el fondo del
barranco me “atrabanca” la “pelona”,
El se “hondea”
allí conmigo,
Me “jala” con su “cayao”
y me remolca a la loma.
Mi mesa siempre
“bastá”, verán los que me critican,
Y su unción fresca
de aceite me “lloreará” por la frente,
Como corre el
golpe de agua cuando llueve y el río crece.
Su bien y
misericordia me seguirán de cerca.
Y cuando ya esté
viejito, “rodeao” por la soledad,
Aun medio “despitaíto”,
seguiré en casa de Jehová.
Autora: Gloria
Vidal de Arbó
http://youtu.be/s1SYrmAc8VU
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